Anand - Carlsen   Crónicas y análisis a las partidas

La primera partida era esperada con ansiedad por millones de aficionados al ajedrez en todo el mundo. Los contendientes llevaban meses preparándola con su equipo de analistas.

¡Vaya decepción! ¿Qué fue lo que falló? Trataremos de analizarlo a continuación.

Se esperaba una partida más movida pero nada de nada, la decepción esta vez ha sido mayor.

Dijo Carlsen ayer que se equivocó en la partida y tuvo que echar mano al freno de emergencia. Hoy se presentó con el cinturón de seguridad abrochado y planteó la Caro Kann, síntoma claro de que en su mente añoraba el empate. ¿No se supone que él es el favorito y que esta estrategia de tablas a quién favorece es a Anand?

Otra vez lo intenta Carlsen con la Reti y de nuevo Anand se sale con la suya. Jugó muy bien, mereció ganar, estuvo muy cerca pero no pudo ser.

En la jugada 25 Carlsen tuvo que retroceder con su dama a la casilla h1, dentro de su propio enroque, algo tan insólito como preocupante. Tres movidas después arriesgó con la ruptura en e3 y las cosas le salieron bien, obteniendo un contrajuego que le permitió salvar la partida.

A punto estuvo el retador de dar un buen golpe y dejarl al campeón tendido sobre la lona. Reapareción la Berlinesa en manos de un aspirante al título mundial y de nuevo con éxito.

Las blancas no habían logrado enseñar nada nuevo cuando "se dejaron" el peón en a2. Carlsen se lo comió rápidamente y me recordó al comienzo del match Spassky-Fischer pero el alfil logró regresar ileso con su botín. Anand solucionó sus serios problemas con un juego muy ingenioso.

Por fin se rompió el hielo y llegó la primera decisión, con el final feliz para Magnus Carlsen. Y realmente la victoria se cocinó en el final, que por momentos parecía tablífero, aunque la posición objetivamente no estaba del todo pareja porque la estructura de peones blanca era mejor.

Ni Anand ni nadie debe aceptar luchar en ese terreno frente al joven noruego, a quien le encanta ir apretando las tuercas lentamente en posiciones en las que parece que no hay por donde entrar.

Después de su éxito en la cuarta partida con la Berlinesa y su reconfortante victoria del día anterior, Carlsen no vio motivos para apartarse de esa sólida variante que llevó a Kramnik a destronar a Kasparov.

Esta vez Anand eligió no entrar en el final jugando 4.d3 pero no logró obtener ventaja y en una posición igualada fue cediendo terreno, entró voluntariamente en un final con peón de menos buscando el empate y no logró defenderlo de la mejor manera hasta terminar perdiendo.

Una partida de puro trámite, soporífera. Anand se presentó con la misión de no perder y logró su objetivo. No podemos criticarle, venía de sufrir dos derrotas consecutivas lo cual resulta demasiado doloroso para un jugador de su categoría.

Con esta partida nos adentramos en la segunda mitad del match y si Anand no se pone las pilas rápido, no tendrá tiempo para oponer resistencia.

Una partida sin historia. Prometía mucho cuando Carlsen por primera vez en el match eligió abrir de peón rey pero la sorpresa fue otra, ¡Anand respondió con la Berlinesa!

De inmediato Magnus recitó una jugada tras otra en una de las variantes más apacibles y en 10 minutos había logrado cambiar casi todas las piezas. En la jugada 28 solo quedaban reyes y peones sobre el tablero y 5 jugadas después se firmó la paz.

No habrá sido la más correcta pero si la más emocionante. Una de las pocas que fueron capaces de ponernos los pelos de punto.

Con su elección de apertura Anand logró sorprender a Carlsen y lo puso contra las cuerdas pero en el momento crítico erró en el cálculo y sucumbió estrepitosamente quedando con dama de menos. Fue su última oportunidad.

Terminó el match con una larga partida en la que Carlsen estuvo cerca de inflingir una nueva derrota al ídolo local y vigente campeón. El empate le valió para convertirse en el nuevo campeón del mundo.

Comenzó con una aburrida apertura pero con el transcurso del tiempo la partida se fue animando y el final fue emocionante, una carrera en la que ambos coronaron pero las damas pronto volvieron a desaparecer y derivó a la posición de rey contra rey.