Foto: Anastasiya Karlovich
No es recomendable para Anand ni para nadie aceptar luchar en este terreno frente al joven noruego, a quien le encanta ir apretando las tuercas lentamente en posiciones en las que parece que no hay por donde entrar.
Confiando en su poderoso arsenal teórico Anand no puso reparos para entrar en una línea muy aguda pero Carlsen lo evitó retrocediendo con su caballo a c3 en la sexta jugada.
No resultó nada apasionante el planteamiento de apertura, pronto ocurrió una copiosa simplificación, desaparecieron las damas del tablero y la espectiva por algún ataque mortal contra el rey rival también se esfumó.
A la altura de la jugada 24 las blancas conservaban su microscópica superioridad pero en una partida entre dos grandes maestros terrenales las tablas no hubieran tardado en llegar, por mucho que los árbitros se empeñaran en utilizar recursos para impedirlo. Anand hubiera aceptado gustosamente el empate pero Magnus esta en su terreno favorito y seguía lentamente buscando su oportunidad que llegó al filo del primer control.
Dicen "los expertos" que Anand se equivocó en su jugada 45. Yo no me aventuro a decir nada, escribo rápidamente mis impresiones y dejo esta tarea del análisis para algún momento del día en que puedo dedicar varias a tratar de colocar cada pieza en su sitio, con el ordenador enchufado, por supuesto, porque al nivel de Magnus no se puede uno acercar ni en un plácido sueño.
¿Devolverá Anand mañana el golpe a su joven rival? Ello sería realmente algo extraordinario y es factible, por supuesto. Contra Gelfand arrancó perdiendo y logró empatar el match. Lo sabe Magnus y tratará de impedirlo, de eso que no quepan dudas. Un empate con negras le permitiría afrontar la segunda parte del match con un buen punto de ventaja.
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