Sabía Anand que Carlsen repetiría la Berlinesa y su equipo tuvo tiempo para preparar algo novedoso respecto a la partida anterior y realmente se desvió de ella en la jugada 5 pero esa línea elegida es poca cosa para intentar batir a un jugador sólido y técnico como Magnus Carlsen.
Si era una variante perfecta para jugar toda la partida dentro de un entorno de máxima seguridad, es impensable que las blancas puedan perder una partida partiendo de esta variante, al menos a este nivel.
Anand maniobró lentamente con sus piezas y en cierto momento parecía que podría crear algunos problemas con la ruptura en f4, pero Magnus jugó con su precisión acostumbrada y no le dio la mínima oportunidad.
Este empate refresca un poco el ambiente en el campo del campeón del mundo, donde cundía el pánico y no querían ni imaginar que este escenario fuera a peor, pero en el fondo este empate ofrece un poco de aire que en realidad engaña, porque Anand ha cedido a su rival las blancas para la próxima partida y el marcador se ha incrementado en medio punto en su contra, queda una partida menos y queda ya muy poco para remontar.
Magnus tiene mañana una bola de partido. Si logra ganar con blancas Anand quedará destrozado y el match prácticamente habría terminado.
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